El urbanismo de género es un concepto que busca crear ciudades y espacios públicos que sean inclusivos y accesibles para todas las personas, independientemente de su género. Esta idea nace de la necesidad de repensar la forma en que se planifican y diseñan nuestras ciudades, para que sean más justas y equitativas para todas las personas.
Históricamente, nuestras ciudades han sido diseñadas y planificadas desde una perspectiva masculina, ignorando las necesidades y experiencias de las mujeres y otros grupos minoritarios. Esto ha llevado a la creación de espacios públicos que son inseguros o inaccesibles para las mujeres, como calles poco iluminadas o sin aceras, falta de transporte público en áreas residenciales, y parques inseguros y poco iluminados.
El urbanismo de género busca cambiar esta situación, incorporando las perspectivas de género en todas las etapas del proceso de planificación urbana. Esto incluye la recolección de datos desagregados por género para entender cómo las mujeres y otros grupos minoritarios utilizan y experimentan el espacio urbano, la inclusión de mujeres y otros grupos minoritarios en los procesos de toma de decisiones, y la incorporación de características que promuevan la seguridad y accesibilidad para todos, como iluminación adecuada, aceras amplias y accesibles, transporte público seguro y asequible, y espacios verdes bien cuidados y seguros.
Un ejemplo de urbanismo de género es el crear espacios públicos más inclusivos y accesibles, como parques y plazas con áreas de juego para niños y niñas, y programas para promover la participación de mujeres y otros grupos minoritarios en los procesos de toma de decisiones.
Una estrategia interesante es incluir el análisis de datos desagregados por género para comprender las necesidades y experiencias de las mujeres en la ciudad, la creación de políticas para reducir la brecha de género en la utilización del transporte público y en la seguridad del espacio público, y la incorporación de la perspectiva de género en la planificación y diseño de espacios públicos.
El urbanismo de género es una idea importante y necesaria para crear ciudades más inclusivas y accesibles para todas las personas. La incorporación de la perspectiva de género en todas las etapas del proceso de planificación urbana puede ayudar a reducir las brechas de género en la utilización del espacio público y mejorar la calidad de vida de las personas en las ciudades.